lunes, julio 11, 2005
Love Kraft, primeras impresiones.
1) Es un disco sumamente cohesivo. Tiene la sensación de disco. Yo se que en estas épocas de singles, mp3 y canciones sueltas esto no dice demasiado, e incluso puede ser algo negativo, pero creo que aquí es un plus. Para mi, desde “Radiator” que no hacían un disco tan cohesivo, tan armónico. Ojo, no estoy diciendo “Es el mejor disco de los SFA desde Radiator” ni nada de eso. Sencillamente se escucha como una obra integral, no como una colección de canciones con un orden mas o menos caótico.
2) Es un disco relajado. Las canciones tienen una cualidad...veraniega...siestera diría, es incluso un mejor termino. La electrónica juguetona ha sido reemplazada en la mayoría de los casos por arreglos de cuerdas muy bonitos, a cargo de Sean O’Hagan. Incluso las canciones mas absurdistas están más tranquilas y hasta en algunos momentos mas despojadas. Toda una declaracion de principios: en “The Horn” (una de las mejores canciones) se escucha “Go, go with the flow, la la la la la la la”. Asoma por momentos la repeticion que caracterizó al disco solista de Gruff. Da la sensación de que luego de la grandilocuencia de “Rings Around The World”, los Furries vinieron bajando los decibeles lentamente hasta llegar a esto. Es interesante porque traza un especie de paralelo con la carrera de los Gorky’s.
3) ¿Es un buen disco?. Si, de hecho, es muy bueno. ¿Es radicalmente diferente de lo que venían haciendo?. No, pero eso no es necesariamente malo. Llega un momento en que cualquier artista lo suficientemente idiosincrásico como para marcar un camino propio ha acumulado una bolsa de trucos mas o menos diversa. No tiene nada de malo que ese artista recurra a esos trucos de manera mas o menos feliz para continuar haciendo música. Me parece que los Furries están haciendo eso: han destilado la esencia de lo que comprendía a su música y la han despojado de muchos de los excesos y las locuras de discos anteriores. Eso es bueno y malo, porque por un lado demuestra que quizás su periodo de innovación ha terminado, la desmesura ha sido domada. Pero por otro lado los resultados de su tranquilidad son aun sumamente gratificantes y quizás debamos dejar de pensar la manera en que escuchamos la música como la búsqueda de la novedad constante, en una situación de foja cero: o nos vuelan la cabeza o lo desechamos.
Después de todo, los Ramones hicieron el mismo disco durante 25 años. ; )