jueves, febrero 23, 2006

Canciones Para Aprender y Cantar (I): The Hymn For The Cigarettes / The Hymn For The Alcohol.

Con todo el respeto que me ciertos modos de enfocar la vida, todo el mundo sabe lo importante que son los vicios para definir la existencia. Vamos, ¿quien no se ha recurrido al fácil escape de embriagarse y salir en plan destroy para olvidar cosas?. ¿Quién no ha fumado cigarrillo tras cigarrillo y al final se da cuenta de que se fumo un 20 en 3 horas?. Los tóxicos son grandes compañeros de momentos angustiosos o de alta emocionalidad. Como tirarse ebrio en un pogo violento, en un recital de hardcore. Son grandes compañeros porque te liberan de ciertas ataduras de la cordura de los días rutinarios y te dan una mínima vía libre para hacer cualquiera. O, en el caso de los cigarrillos, para las personas ansiosas y nerviosas (como yo) te dan algo para hacer. En esos momentos en los que no podes mas con vos mismo, no te interesa tomarte una cerveza para relajarte después de un día estresante, querés tomarte 20 cervezas para terminar tirado en alguna zanja, sin acordarte de nada.



Y de la multitud de canciones que detalla esa delicada relación entre emoción e intoxicación voluntaria, hay dos de una banda que ha sido criminalmente menospreciada en el mundo en general: Hefner.
Hefner es una de esas bandas que nos da Inglaterra de vez en cuando, que logra conjugar esas letras tan propias del rompimiento amoroso con la flema y la ironía inglesa, sin en ningún momento volverse llorón o pesado. Es un experimento hermoso, que culminó con un disco que (aparentemente) nadie entendió, “Dead Media”, un disco en el que se volvían synth pop y dejaban de lado su estilo brit pop y que tenia temas inmortales como “Junk” y “When The Angels Play Their Drum Machines” (escucha obligada en cualquier fiesta que se precie de tal y en cualquier dormitorio donde uno es feliz).

Pero las canciones que nos ocupan en esta ocasión provienen de su segundo disco, “The Fidelity Wars”, quizás su mejor disco. Yo siempre supe que se trataba de un disco que trataba de la ruptura amorosa, como tantos otros, pero el otro día, buscando las letras en el sitio oficial de la banda (www.hefnet.com, recomendado), me entere que tiene una cierta estructura conceptual. Darren Hayman, cantante y compositor, se estaba peleando con su novia del momento, tenia un montón de canciones compuestas y decidió meterlas en un disco, componiendo canciones nuevas para llenar los vacios de la “historia”.
La historia va mas o menos así: un pibe conoce a una chica, se enamora (en las 3 primeras canciones), pero tiene miedo de que ella le sea infiel, porque cuando la conoció estaba con otro chabón, por lo tanto, le es infiel antes. Luego le pide disculpas, pero la chica no sabe que hacer. Le es infiel de nuevo (“Fat Kelly’s Teeth”, una canción que merece un posteo ella sola). Llegan a una componenda como amigos (“Don’t Flake Out On Me”) pero finalmente el se da cuenta que la ama y se lo confiesa (“I Love Only You”).



Las canciones de este posteo son la primera y la tercera el disco, “The Hymn For The Cigarettes” y “The Hymn For The Alcohol”. Luego de leer el orden de la historia del disco, la visión que tenia de estas canciones cambió radicalmente.

The Hymn For The Cigarettes.
No one called, no one wrote, no one phoned,
So no one knew that I was with her on my own.
She smoked on my bed cause she thought it would annoy me,
But I love to watch the girls smoke in my bed.
I love to watch the girls smoke in my bed.
I love to watch the girls smoke in my bed.

How can she love me when she doesn't even love the cinema that I love.
What does she feel if she doesn't have the feeling that I have in my fingers.
This joy I have could lift this ceiling from its rafters but I'm not laughing.

We feel nothing, so we search for nothing, so we achieve nothing, love.

Lucky Strikes remind me of my friends out on the west coast,
Camel Lights remind me of my ex-girlfriend at Christmas time,
Marlboro Reds remind me of giving up in Berlin,
B&H remind me of not giving up but giving in.
B&H remind me of not giving up but giving in.
B&H remind me of not giving up but giving in.

How can she love me when she doesn't even love the cinema that I love.
What does she feel if she doesn't have the feeling that I have in my fingers.
This joy I have could lift this ceiling from its rafters but I'm not laughing.

We feel nothing, so we search for nothing, so we achieve nothing, love.


A ver...”The Hymn For The Cigarettes” es, básicamente, una canción en la que el narrador nos cuenta como conoció a una chica, como están en su departamento y “nadie llamó, nadie escribió, nadie telefoneó, así que nadie supo que yo estaba con ella solo”. O sea...de entrada, evidentemente el hecho de que estén solos es algo beneficioso. La delicia de lo subrepticio, del secreto compartido solo con la persona con la que uno comparte la intimidad, el momento delicado antes de que el mundo se introduzca y todo comience a ser mas complicado.
Después hay un distanciamiento de él, que se pregunta como puede ser que la chica lo quiera cuando no “ama el cine que el ama”. Típico mecanismo de defensa “no, esta chica no me gusta, carajo”.
Y a partir de ahí hay una larga enumeración (que sirve casi como estribillo) de diversas marcas de cigarrillos y de lo que le recuerdan. Es un momento de genialidad, ya que comunica de manera magistral como esos pedacitos insignificantes de nuestras vidas al final terminan marcando toda una época. Una marca de cigarrillos, un sabor de helado, un determinado tipo de caramelos (pico dulces, por ejemplo, o palitos de la selva). O una canción. De pronto no podemos fumar lo mismo, o comer lo mismo, porque el equilibrio se modifica y algo duele un poco y tenemos que, a pesar nuestro, cambiar nuestros hábitos para cambiarnos y quemar los puentes que nos unen al pasado.
Y, finalmente, la canción termina con un grito desesperado “I don’t want to stay in love”. Sorry, macho, ya estas en el horno.

Ahora...”The Hymn For The Alcohol” es una canción mucho mas triste. Al principio, cuando no conocía la historia, pensaba que era una típica canción de “chico enamorado que pierde a su chica a manos de otro”. Pero no...en realidad la esta ganando, solo que no soporta que siga con su novio.

The Hymn For The Alcohol.
Don’t start me on the rum, Just because it makes me numb.
Start me on the whiskey I know whiskey is his drink.
You never drank it with me but now you drink it with him,
I’m not good enough for whiskey, not good enough for you.
Let’s start drinking wine, we used to all the time.
It used to go to our heads but then you went to his bed.
If the wine stains you lips red then tonight you might forget,
You might not go home to him you might stay here with me.
It is just wishful thinking that all this hard drinking might lure you back to my ramshackle stable,
There's no point in trying, the debutante was lying when she said that she did something that your lips could never do.
And if you know what's true then you know I love you.
Its six months since you left, you must be truly blessed,
Cause you look no less pretty, in fact you may be more so,
If you reap the seeds that you sow, Oh we both know you are going straight to Hell


Es, genialmente, otra gran enumeración de bebidas, de efectos colaterales, de hechos sin importancia y de lo que estas significan en la vida de una persona enamorada. “Si bebemos vino, sos mía, lo hacemos todo el tiempo, es una señal de que me querés. Pero, por favor, no bebamos whisky. El whisky es SU bebida”.
Después de tantas noches intentando aplacar la angustia /tristeza /ansiedad bebiendo copiosas cantidades de alcohol, ¿cómo no sentirse identificado con esto?. Me confirma una vez mas que la mayoría de las grandes obras o de las cosas que realmente nos conmueven están compuestas tanto de disfuncionalidad, angustia y algún tipo de catalizador que hace que esta existencia sea mas soportable. En este caso, el alcohol.

Porque en realidad, para eso bebemos, para eso fumamos, para eso nos intoxicamos. Mas allá de las practicas cualidades hedonísticas, que cumplen una gran función, uno se intoxica para poder sobrellevar mas dignamente esta vida que a veces nos supera, que a veces se vuelve un peso demasiado grande para poder cargarlo solo. Y es la razón por la que hacemos muchas cosas, por las que nos portamos como un pelotudo con la gente que nos rodea o escribimos o hacemos música o lloramos.
O, como dijo el gran Hank: “Estamos aquí para desaprender las enseñanzas del sistema educativo. Estamos aquí para beber cerveza. Estamos aquí para matar a la guerra. Estamos aquí para reírnos de las posibilidades y vivir nuestras vidas tan bien que la Muerte tiemble al llevarnos”.

Y ahora, perdónenme, se me acabaron los cigarrillos y necesito un whisky.

lunes, febrero 13, 2006

Aquí.

Para unos cuantos de nosotros, Pavement es como una contraseña, es un nombre que nos trae recuerdos (falsos, en su mayoría) de chicas californianas, días soleados y picnics en parques públicos. Y de observar a esas mismas chicas a una distancia prudencial. Ser fanático de Pavement es pertenecer a una cofradía en la que admitimos nuestra condición de perdedor, pero un perdedor totalmente consciente de su postura. La famosa “ironía distante” de Malkmus. El indie pop post 90’s aprendió lo peor de Pavement y descartó lo mejor.



Pero para aquellos que sospechan que Malkmus es una de las plumas más elegantes y talentosas de su generación, uno de los últimos tipos capaces de componer himnos generacionales capaces de conmover y moldear cabezas inocentes, aquí hay una comprobación, una muestra de que no nos equivocábamos al emocionarnos sinceramente detrás de todo el post-modernismo y los guiños cómplices de sus canciones.
Uno de los mejores temas del pavimento, tocado en un registro absolutamente diferente, con una afectación que lo deja al tema en sus “puros huesos” y que revela el sentido de absoluta derrota debajo del humor que la aceptaba.
Porque “Here” es eso, es una victoria pírrica. Es decir “estaba vestido para el éxito, pero el éxito nunca llegó”. Es decir “aquí estoy y me vengo a comer la cancha, pero me torcí el tobillo en el primer pase. Y encima puedo reírme de ello”. Que Malkmus y Pavement lo hayan podido enmascarar es una cosa, pero en esta versión de los Tindersticks, como en las mejores versiones, el sentido oculto o secundario de la canción sale a la luz y uno no puede evitar pensar en que alguna noche lo vamos a escuchar, tomando whisky, con un cenicero lleno de colillas al costado, en una habitación a oscuras.

Tindersticks - Here

miércoles, febrero 08, 2006

Epitafio Para Seth Fisher

Hace exactamente una semana que se murió Seth Fisher.
Se cayo de un séptimo piso de un club nocturno en Osaka. Una muerte muy rocker.

Quien es Seth Fisher?, se preguntaran. Bueno, Seth Fisher era uno de esos dibujantes de comics que le daban al, generalmente aburrido, ambiente del comic mainstream yankee (o sea, DC y Marvel) un soplo de aire fresco. Yo lo emparentaría con Cameron Stewart, Philip Bond, Paul Pope, Mike Allred, Darwyn Cooke o Ryan Sook. O sea...un tipo que hace superhéroes (o algo bastante cercano) pero con un estilo absolutamente original. De mas esta decir que ninguno de esos artistas tiene algo en común con el estilo del otro y menos con el estilo de Seth Fisher. En realidad es una distinción mas bien generacional, una cierta comunidad de sensibilidades. Son todos artistas que tienen una fuerte veta pop, que dibujan superhéroes alejándose lo más posible del cliché del genero superheroico, de los grandes músculos y las tetas que saltan de los trajes de spandex. Son todos tipos con estilos muy diferenciables y que tienen influencias fuera de los comics, ya sea la animación (Cooke), el manga y el anime (Pope y Fisher), el rock (Allred), etc. Lo mejor es que últimamente todos están consiguiendo el reconocimiento que merecen. Para mi, representan todo lo que los comics deberían ser y no son por miopía editorial, falta de ambición y de pelotas. Son pop, son joycore, son thrill power.



Pero estoy yéndome por las ramas. Seth Fisher era, quizás, el mas delirante de ese grupo. Sus dibujos se parecían a una mezcla entre Jim Woodring, Geoff Darrow y cierto manga absolutamente loco. Con algo de línea clara europea. En ácido. Mucho ácido. “Fuckin’ mental”, como dirían los ingleses. Lo mas terrible es que no solo era un gran artista, sino que parecía destinado a mejorar aun mas en el futuro. Sino vean lo que eran sus dibujos en “Happydale”, la primera cosa profesional que hizo, y luego en “Iron Man/ Fantastic Four – Big In Japan”, lo ultimo que hizo, cuyo numero final se publicó el mismo día de su muerte.



A mí me sorprende el manejo del medio que tenia, su capacidad para el storytelling, sus dementes diseños y su imaginación desbordante. Era uno de esos tipos que podía contar una historia sin tenerle ningún respeto al orden tradicional de los cuadritos y que no parezca un manchón sin sentido.
Y no solo era un gran artista, sino que parecía un buen tipo. Alguien con el que salir a beber. Si no miren las fotos que acompañan el post.
Encima yo recién lo comenzaba a descubrir, gracias justamente a “Iron Man / FF”.



Bueno, como un pequeño homenaje a ese gran artista que era Seth Fisher, voy a colgar acá 3 de sus mejores obras, en orden cronológico. Lo único que puedo decirles es: si no les gustan los comics, bájenselas igual, total, son 10 – 15 minutos de banda ancha. Bájenselas igual y contemplen los dibujos, los diseños y el trabajo de un tipo que era algo totalmente inusual para la industria yankee, un tipo absolutamente original, con un talento que probablemente no volvamos a ver en mucho tiempo. Algo, alguna cosa van a sacar de su trabajo. Les aseguro que no se van a arrepentir.



- Happydale – Devils In The Desert: esto fue lo primero que Seth publicó profesionalmente, con guiones de Andrew Dabb y los colores extraordinarios de Laura Allred (si, la mujer de Mike). La premisa de Happydale es simple: es un pueblo de freaks, de outsiders, de gente que no tiene ningún lugar donde ir. A este pueblo llegan unos criminales de poca monta y de ahí se sucede el caos. Evidentemente los autores tenían planes para la serie que iban mucho mas allá de los 2 numeritos que les publico Vertigo (miren la cantidad de potencial que hay en esos personajes!). Es una lastima, porque lo mas seguro sea que nunca mas los vayamos a ver.



- Green Lantern – Willworld: Con guiones de J.M. Dematteis. Hal Jordan se despierta en una planicie extraña, no sabe quien es, no sabe como llego ahí. El lugar se llama “The Land Of Odd”. Si les cuento mas seria arruinarlo. Aquí, Seth despliega a la onceava potencia su capacidad creativa, su gusto para crear personajes, monstruos y engendros de la mas variada naturaleza. En Odd nada es lo que parece y el paisaje surrealista funciona perfecto para un artista que era tan creativo que parecía que no había manera de detener el flujo hacia la pagina.



- Fantastic Four / Iron Man – Big In Japan: con guiones de Zeb Wells. Bueno, esto ya es una obscenidad. Nadie puede dibujar tan bien!. Nadie puede estar tan loco!. Los Cuatro Fantásticos e Iron Man se van a Japón y terminan peleando con monstruos gigantes. Además de que el genero de monstruos gigantes es una debilidad personal, estos no son monstruos cualquiera: salen de la mente y de la pluma de Fisher. O sea, parafraseando a Paul O’Brien: “una parte de Godzilla, dos partes juguetes de niños y 3 partes drogas psicodélicas”. Y realmente pareciera que Seth dibujo esto de la cabezota, todo el tiempo. Las cosas que hace con el orden de los paneles y la ruptura de la realidad en el número 3 son únicas y por ese tipo de cosas no puedo evitar entristecerme muchísimo y pensar que hubiera sido de él y su talento de no haber muerto tan pronto.

(Como siempre, todo se ve con el CDisplay)

Escenas De La Vida Alcohólica.

Mi cuerpo retorno a este pueblucho perdido de Dios hace aproximadamente dos semanas. El contraste entre las vacaciones llenas de diversión y terror y la rutina diaria que estuve haciendo en estos 14 días no es nada impactante. Cambie 15 días de estar en Uruguay bebiendo Pilsen todo el día y fumando caño en cantidades industriales por 14 jornadas de beber como si fuese un ruso presa de una severa melancolía.
He continuado de vacaciones desde que he retornado. Mi gran amigo Agustín (a.k.a. Vizcacha a.k.a. Viz) estaba solo en su casa, lo cual siempre es una contraseña, un mensaje divino para invadirla y utilizarla como si fuese un gran aguantadero de lacras. Así que básicamente lo que estuve haciendo en estos días fue juntarme con mis amigos y beber en demasía. Y fumar muchos cigarrillos, claro que sí.
En general, la rutina consistía en juntarse en la casa de Agustín, salir a la compra de bebidas espirituosas, beber y terminar en “El Abasto”. “El Abasto” es el antiguo mercado de Abasto de San Miguel De Tucumán, un lugar bastante tumba, oscuro y peligroso que en los últimos años ha sido revalorizado por la apertura, en un primer momento, de 3 bares, los cuales hoy son como 6 o 7 y 3 boliches. Localizado en el barrio de Ciudadela, cerca de la cancha de uno de los equipos de fútbol local, de mas esta decir que no es un lugar en el que uno se querría aventurar, mas allá de las dos o tres cuadras populosas.
Uno de los boliches era en otras épocas un salón de mala muerte, que era alquilado por gente del punk o el hardcore para organizar recitales. Gran parte de mis 16 y 17 años me los pase asistiendo a estos recitales, de los cuales tengo hermosos recuerdos como un grupo de muchachotes del lugar pateando las puertas, intentando entrar gratis mientras que mis amigos hacían lo imposible por mantenerlos afuera. O, como olvidarlo, el chabón que andaba con una antena de auto afilada en la punta (longitud: aproximadamente 40 cmts), totalmente borracho, preguntándote si “habías estado causando bardo”.
Anyway, este lugar se llena de toda clase de gente, desde los peores exponentes de lo que es ser “tucumano” (rugbiers, gente cabeza de toda especie) hasta intrusos que uno no esperaría encontrarse ahí (hasta he llegado a visualizar un grupo de nü metaleros sin ningún tipo de vergüenza). Es el único lugar a donde se puede ir en esta inmunda ciudad durante enero, el único lugar donde hay gente, y, obviamente, chicas, muchas chicas.
Una vez allí hacíamos el típico recorrido Rubia Tarada – As de Bastos Pub – Loca y algún otro lugar donde lográramos colarnos. Rubia Tarada es un bar horrendo, donde pasan rock nacional todo el tiempo. El Dj es una suerte de imbecil espástico que no deja ningún tema mas de 30 segundos. Encima es el único lugar que no tiene ningún tipo de control sobre la gente que entra. Resultado: 300 personas bailando en la proverbial cabeza de un alfiler. Y eso sin contar que hace por lo menos 10 días esta haciendo un calorcito que bordea los 40 grados, todos los días. As De Bastos es un bar un poco más careta, donde los fines de semana cobran entrada, pero otro gran amigo, Guido, laburaba ahí como barman, con lo cual ligamos alguna que otra vez algún trago gratis. Finalmente Loca, donde podes escuchar desde The Cure en un buen día hasta Madonna y muchísimas bizarreadas en el medio. El lugar con menos criterio musical del mundo.

Pero, como no puede pasar un verano sin escuchar buena música y como la música del viaje a Uruguay quedara para otro posteo (si es que algún día lo hago), la previa al Abasto siempre contaba con un recorrido musical de lo mas variado y divertido que he escuchado los últimos meses. Mis amigos son gente obsesiva (como si yo no lo fuese) y nuestro recorrido musical siempre tenia sus mojones conocidos, sus momentos de repetición infinita. Esto es, de alguna manera, un tributo a estas vacaciones perdidas, como todas las vacaciones, a estos muchachos que me aguantan las manijeadas y a todo el alcohol y los cigarrillos que arruinaron aun mas mis pulmones y mi hígado. Y a la casa de Viz, claro, que se ha vuelto nuestro segundo hogar.

- The Ramones – Pleasant Dreams: creo que este, como disco, fue el registro que más escuchamos en estos días. Un disco absolutamente increíble, repleto de canciones de Joey Ramone. Quizás su ultimo trabajo genial de principio a fin. A esta altura Joey ya estaba bastante amargado con la banda y se nota. Es increíble (y esto lo vengo pensando desde que vi “End Of The Century”) como Joey enmascaraba su tristeza existencial, la tristeza del idealista que ha sido vencido y pateado por la tierra, bajo estas canciones aparentemente idiotas, con tres acordes, en plena armonía Ramone. Y si no escuchen la letra de “Don’t Go”, “You Sound Like You’re Sick” (EL hit, creo que no hubo un día que no la hayamos escuchado) o “This Business Is Killing Me”. Encima con la producción de Graham Gouldman. El disco por el cual el verano será recordado.

- Rancid – Corazon De Oro: así, sin ningún tipo de disco, una canción, solitaria, abandonada, de una banda que últimamente se ha vuelto mala palabra mencionar y adorar. Cuando escuche por primera vez “Life Won’t Wait”, hace ya varios años, esta canción me pareció una de las mejores del disco (en un disco que considero fundamental y que todavía me parece el pináculo de su carrera). Nunca le había prestado demasiada atención a la letra, que me parecía irrelevante debajo de esa mezcla de ska con punk, con ese tono tan optimista. Y resulta que la canción es una típica canción de “rebound”, de abandono, de tristeza. Pero recubierta con un optimismo que reluce en el estribillo, cuando Tim Armstrong canta aquello que tantas veces he gritado a voz de cuello de “buscar a la chica con el corazón de oro”. Y es que hay dos maneras de lidiar con el momento en que te quedas solo: o quemas todo y te quemas a vos mismo, utilizas una política de tierra quemada que culmina con “estoy harto del amor” o seguís adelante, convencido que en algún punto del horizonte esta el estúpido arco iris que seguís buscando con típica estupidez.

- The Smiths – There’s A Light That Never Goes Out: un hit rarísimo de verano, no solo por que es una canción decididamente anti sol, anti felicidad y despreocupación, sino porque es de lo mas extraño que se haya impuesto de esa manera entre mis amigos, viejos punkies despreocupados. Pero así fue, una tarde que yo no estaba en la Maison Indri, los enfermos se pusieron a escuchar “There Is A Light...” de manera obsesiva, en repeat todo el tiempo, durante aproximadamente 5 horas. Si, esa clase de enfermos son mis amigos. Y bueno...quizás tenga que ver con que en dos días llegaba la madre de Viz, con que se nos acababan las vacaciones y con esa famosa frase que dice “oh, please don’t take me home, because it’s not my home, it’s their home and I’m not welcome no more”.

- Dag Nasty – Minority Of One: un discazo del que no sabia ni la existencia. No se, no hay mucho que pueda decir sobre este disco. Grandes melodías, pegajosas, cantadas con emoción a flor de piel. Lo único que puedo decir es que fue uno de esos discos que comenzaron a sonar en la casa de Viz de una manera subrepticia, medio oculto y de pronto había dos o tres temas (principalmente “Broken Days” y el tema homónimo) que no podía dejar de cantar, como si los conociese de toda la vida. Y apenas estuve un tiempo en mi casa, me puse a bajarlo.

- AC / DC – Big Gun: nuestro amor por AC/DC es ilimitado y se modifica todos los veranos para fijarnos en algún tema en particular. Nuestra discoteca completa de los locos australianos consiste en un par de cds compilados que Viz compro en Bolivia (creo) y que son como dos “Grandes Éxitos” en donde hay de todo. Ya tuvimos nuestra fijación con “She Shook Me All Night Long” y “Safe In NYC”. Ahora le toco el turno a “Big Gun”, una canción que parece hecha a la medida de Spinal Tap y cuyo subtexto sexual es tan obvio que no es ni gracioso. Igual, no hay una banda que se preste mejor para una larga noche de cerveza y amigos...excepto quizás...

- 2 Minutos – 2 Minutos de Advertencia: otra banda que amamos mas allá de la racionalización, solo porque apela a nuestros sentimientos más básicos, que generalmente involucran cerveza y chicas. Sin embargo: como resistirse a un disco que tiene hits como “Lejos” y “No Me Moleste” (gran canción para cantar borracho caminando por la calle). Y hasta hay un tema que se llama “Aquaman”.

- The Rolling Stones – Satisfaction / Get Off Of My Cloud: cuando íbamos en el colectivo a Uruguay, Viz me comenzó a delirar sobre una supuesta banda de covers formada exclusivamente por freaks. Tipo: una mujer barbuda que toque el bajo, un hombre gigante en la batería, cosas así. El punto es que habría un enano que cante, y el primer cover que harían seria “Satisfaction” de los Rolling. Mientras tanto, el enano te miraría y señalaría mientras canta. Bueno...si “Satisfaction” es el opener, “Get Off Of My Cloud” es el follow up. Get Off...es toda la rebeldía del rock condensada en escasos casi 3 minutos. Es todo lo hermoso que tiene una canción que te da ganas de salir a la calle a pelearte con alguien, seducir a una chica para dejarla al día siguiente y experimentar con drogas hasta quedar inconsciente. O, para ponerlo con un ejemplo: un día decidí tomar 7 shots de tequila en aproximadamente 20 minutos y la canción que me dio coraje para empezar fue “Get Off Of My Cloud”

- Nirvana – MTV Unplugged: yo era uno de esos niñatos sabelotodos que pensaban que tenia la posta por odiar a Kurt Cobain. Recuerdo momentos de snobismo y soberbia absoluta, en alguna fiesta, clamando que todo lo que hizo Cobain fue robarle a Pixies y Sonic Youth (a los cuales ni siquiera había escuchado tanto). Por suerte uno crece y aprende a superar los prejuicios (o por lo menos los cambia, yo estoy a favor de ciertos prejuicios) y a escuchar mejor. Y, aunque no me parece el ángel salvador del rock que revistas como Rolling Stone se han dedicado a promocionar, Cobain hoy por hoy me parece un buen músico, un tipo honesto y coherente y una persona fascinante. Bueno, para varios momentos en que pinto el bajón en nuestro improvisado bunker, sonó este disco, cuyas versiones despojadas de las canciones de Nirvana (en particular “Polly”, un tema que siempre me encanto y esa hermosa versión de “Jesús Wants Me”) ambientaron los momentos en que parece que va a amanecer en cualquier momento, en los que la noche se acaba, el cielo se pone lechoso y ni siquiera el alcohol, ni siquiera el sueño te salva de la soledad de la madrugada.