miércoles, abril 14, 2004

Contextualizar

En mi compañía de cable hay una serie de señales bastante extrañas. Alrededor del canal 70 o por ahí hay un canal que se llama Telemundo Internacional. El canal es como una sucursal panameña o portorriqueña de la CNN o algo asi. Pro – yankee al mango y bastante desagradable (el otro día tenían un informe especial sobre “Como puede hacer un latino para comprar un negocio en los EE.UU). Bue, el tema es que en este canal hay un programa que se llama “The Roof”. El programa en si es de lo más bizarro: es como una especie de programa de hip hop y dance latino, pero los conductores hablan en ingles, reciben llamados de norteamericanos (o latinos viviendo allá) y pasan videos, todo en un set en el cual abundan las muchachas pulposas que se mueven al ritmo de la música.

Lo mas curioso de todo el asunto son los rapperos latinos que hacen su aparición de vez en cuando. Nunca se si son venezolanos, colombianos, portorriqueños, cubanos o pertenecientes a algún otro país tropical. Lo gracioso es como estos personajes intentan copiar la manera de rapear del gangsta rap y hablan (con unos acentos imposibles) sobre mujeres, armas y drogas. Tiene todo: las minas, la ropa, los gorros incluso la tez morena. Pero todos esos códigos están privados del sentido que les da el contexto en el que fueron producidos y, lo que estos tipos rescatan es lo mas burdo y cabeza de todo lo que puede llegar a comunicar el gangsta rap.

Es ridículo observar como una expresión cultural que tiene sentido en Estados Unidos y (por lo menos en una época) tenia un cierto contenido contestatario y controversial es privada de sus elementos mas interesantes y “políticos” (por decirlo de alguna manera) y queda reducida a una caricatura de si misma, por haber sido privada del contexto que le da sentido y no poder transformarla de manera que encaje en una nueva situación social y cultural.
Y así con tantas otras cosas: desde los beats insulsos de tantos djs locales, pasando por los abortos que muchos grupos llaman “blues” y “reggae” hasta la multitud de bandas indie argentinas “sensibles”.