Magical Mistery Tour 01
Magical Mistery Tour 02
00. Preludio.
Es lunes al mediodía y aun no prepare los bolsos. Salgo a las 6 y media de la tarde. Ropa, ropa, ropa. Libros (A Sangre Fría, Rastros de Carmín, Días de Ron). Discos, demasiados, porque llevo casi 40 discos???. Porque no llevo mas discos de mp3??. Cuaderno, cepillo de dientes. Etc. Llegamos al lugar, nos subimos al “mejor colectivo” (es un decir, son colectivos de la universidad). La cosa se pone en marcha recién a las 8. En el viaje de ida mi amigo F. toma mucho vino y procede a cantar canciones populares hasta las 4 de la mañana, acompañado por un coro de prístinas señoritas. Yo me sumerjo en la indiferencia y el aislamiento que caracterizan mis viajes. En general me encuentro con que tengo tantas ganas de llegar que lo único que puedo hacer para entretenerme es escuchar música y leer. Luego me duermo al lado de T. y me despierto como a las 7 de la mañana con las piernas frias y las rodillas doloridas.
Llegamos a Rosario a la 1 de la tarde del martes. El colectivo da vueltas por media hora hasta que decide donde parar. Protagonizo escenas de ansiedad y malhumor características.
01. Día 1 – Martes 20.
Llegamos al hotel con T. Por suerte la reserva todavía esta hecha (pero si solo llegamos media hora tarde, porque nos la quitarían? Dice en mi cabeza la parte que aun conserva la cordura). Bañarse y salir.
Llamo a M. y quedamos en encontrarnos a la tarde.
Las primeras ponencias que vemos son unas sobre la brujería, herejía, judíos, etc en América y España. Hay una muy buena sobre el origen de las brujas en España. Luego salgo un segundo, doy unas vueltas (todavía no me ubico) y volvemos con mis compañeros al mismo lugar. Ahí presenciamos comentarios despiadados de una profesora bastante atractiva a un par de ponencias (las lindas siempre son malas). Me voy antes de que termine la mesa para encontrarme con M.
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En la facultad hay stands de libros, uno de ellos es de una librería de Buenos Aires (Prometeo Libros). Lo atendían 2 tipos: un chico joven y un viejo de barba. Y yo no podía dejar de imaginarme a ellos dos yendo a Rosario en un auto viejo (Renault 21 Country, uno de esos autos de mitades de los 90 con un baúl enorme, donde entran por lo menos 2 personas), saliendo de B.A. tipo 4 de la mañana del lunes, con el asiento trasero y el baúl lleno de libros.
Y ellos adelante, con muy poco espacio, tomando café de un termo naranja.
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Damos vueltas por la ciudad, yo no tengo idea de donde estoy la mayoría del tiempo. Conozco Puro Comic, gran lugar. Conozco a E. que parte a un congreso en Salta y vuelve el sabado. Después M. me acompaña al hotel.
Bañarse. Partir al comedor. Fideos con salsa. Luego salir en búsqueda de algún tipo de diversión, pero estamos todos hechos mierda. Tomamos unas cervezas en un bar de mala muerte y como a la 1 decidimos irnos con T.
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“Porque cuando la Babot quería poner las clases de Contemporánea a la mañana nadie la dejaba, todos nos parábamos y nos poníamos en su contra. Pero ahora están todos divididos. Ustedes están quedándose muy atrás, muy atrás. La van a pasar mal. No se como van a poder investigar o conseguir becas con un programa del año 69.
Esperanzador discurso de ex militante estudiantil (ya recibido) borracho.
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Dormir al fin.
02. Día 02 – Miércoles 21.
Nos despertamos como a las 9 de la mañana. A mi me encantaría dormir mas (encima dormí mal, como suele pasarme cuando estoy muy cansado. Si, ya se, soy un enfermo.) pero T. molesta y molesta y me levanto.
Desayuno. Salida. Nos pasamos la mañana recorriendo el centro y viendo un par de librerías.
Cuando llegamos a la facultad ya terminaron las ponencias (es como la 1) nos vamos para el comedor donde tenemos que hacer una cola de 45 minutos junto con jipis de todos los rincones del país. Me sorprende, una vez mas, la cantidad de futuras historiadoras lindas que encuentro.
Libros: La historia de los hombres – Joseph Fontana, Las Revoluciones de Europa – Charles Tilly.
A la tarde vamos primero a la mesa de unos profesores de nuestra facultad y luego yo marcho para una mesa sobre Historia Reciente. Interesante, pero yo estaba medio colgado y me dormía.
De ahí salimos y nos vamos con T., F. y V. al balconcito que da al patio.
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Me encuentro con un profesor muy “importante” de mi facultad (importante por el nivel de poder, los espacios institucionales que maneja y su sequito) y me dice “Hola, (me conoce porque concurse para una ayudantía en su cátedra) vos estas en nuestra mesa?”. Yo venia con 2 amigos (y mi novia) de fumar caño en el balconcito de la facultad (genial, tenia una vista al patio central y era el lugar indicado para ejercer la intoxicación impunemente). Yo le contesto que no, que no exponía, que no había tenido tiempo y no consideraba que tuviese un trabajo que valiese la pena. Me dice “ya te va a llegar el momento” y se va.
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Recorrer el centro. T. se va al hotel a dormir. V. se va a su hostel. F. me acompaña a comprar unos libros. Subcultura – Dick Hebdige, El Nuevo Periodismo - Tom Wolfe.
Caminamos mucho. Recorremos el centro con esa alegría y apreciación por la arquitectura y la observación sociológica chabacana que da la marihuana. Intentamos establecer patrones de conducta de acuerdo al ingreso y otras beldades. Tomamos una Pritty limón y volvemos a la Facultad como a las 19:30. Yo me quedo unos minutos y parto al hotel a bañarme.
A como 4 cuadras me doy cuenta que tengo el discman.
Me baño, me afeito, me cambio. Pienso “Tengo que hablar con M.”. En eso veo que están dando el partido de Boca y pienso: “no, para que, debe estar viéndolo”.
Nos vamos a comer pizza libre con V., T., A. y E., entre los 3 varones (V., A. y yo) y T. nos comemos 6 pizzas. Salimos dando tumbos.
En eso nos llaman dos amigas y vamos a encontrarnos con ellas.
Comen (ellas) y salimos (nosotros) a una fiesta.
No hay tal cosa. Entonces la comitiva tucumana decide cruzar una plaza e instalarse en un bar de mala muerte que se llama “Costumbres Argentinas II”.
A esa altura con V. ya nos hemos tomado 4 cervezas y junto con T. y otra amiga, C., nos hemos fumado otro porro.
Mis expectativas a esa altura son: “nos tomamos dos cervezas y a dormir”. Pero A. propone tomar shots de tequila. La noción es recibida tibiamente pero aceptada. Pedimos 8.
A duras penas termino el mío. A. se toma 2. T. se toma 1 y medio.
Luego: Cielo Razzo (vodka, blue curacao, 7up, banana y no recuerdo que otra porquería) en un vaso de litro y Tumba Oso (vodka, piña colada y dulce de leche). También en vaso de litro. Entre 5 consumimos este animalada de alcohol.
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- Soy un monstruo agitadooooooooor!!!!!!
- Quiero bailar como negraaaaaaa!!!!
T., después.
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Luego: Jarra (vodka, sidra, frutilla). 1 lt.
A esa altura nos cierran el bar y nos echan. A. imitaba a los jipis y se reía de ellos (estando ellos detrás nuestro). C. te miraba como una starlet hollywoodense cuyos años de gloria han pasado y se aferra a la botella. T. corría por la calle. Yo decía que el tiempo y el espacio normales no se aplicaban porque estábamos en otro lugar. V. se reía.
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Nos manda un mensaje un amigo diciendo que hacia horas que no probaba alcohol, que estaba emboladísimo y que andaba deambulando por la ciudad en busca de cerveza. Mi respuesta automática es: “Es como Aquaman!!!”.
Si Aquaman no podía estar fuera del agua sin morir mas de una hora, el no puede estar mas de una hora sin beber alcohol.
Inmediatamente me viene a la cabeza una tapa que no existe. En ella esta este amigo, en una calle norteamericana donde se ve un cartel que prohíbe el alcohol. Un globito sale de su boca que dice: “Oh no!, la maquina del tiempo ha fallado y me envió a la época de la ley seca. Si no tomo alcohol en 1 hora moriré!”. Y abajo un cartelito que dice “Witness another startling adventure!. J. in “The Day The Alcohol Dissapeared!!!”.
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Nos tomamos un taxi con T. y volvemos al hotel.
03. Día 3 – Jueves 22.
El despertar, previsiblemente, es horrible. Recién a las 12 logramos levantarnos. Yo siento la garganta como lija, el estomago como lavadora de ropa y la cabeza como pista de baile.
Salimos del hotel. T. come un lomito pero yo aun estoy hinchado por las obscenas cantidades de pizza que comí la noche anterior. Tomo un café. Luego T. me acompaña a comprar unos libros. Matadero Cinco – Kurt Vonnegut, Lo que hay que tener – Tom Wolfe.
Primera ponencia: genero: Montoneras. Bastante interesante. Nos vamos cuando se cuelgan hablando.
Otro libro mas: Teoría de la Cultura. Un mapa de la cuestión. – Antología de varios autores
Me marcho para la mesa de cine, que encuentro en un receso. Antes me doy una vuelta por la mesa de Historia Argentina, donde están todos los popes. Marcela Ternavasio es una mujer interesante, atractiva, diría.
Dejo mis cosas en la mesa de cine y me voy a hablarlo a M. Quedamos para el otro día.
Vuelvo y me siento.
Termina la mesa por el día y visitamos una vez mas el encantador balcón. T. decide marcharse con C. e ir a ver discos y ropa. Yo parto con F. y V. a comprarme un libro (Historia de E.C. Comics, no se de quien). Compro un par de pins (Batman y Robin en versión sesentas, Bone) y pregunto el precio de una picadora ($12. Muy cara). Nos vamos al Monumento a la Bandera y a la zona de la costanera y nos tomamos una coca. Fumamos un poco mas y descubrimos edificios magníficos. Tenemos charlas sobre la identidad provincial y la arquitectura del monumento.
Me despido y parto al hotel para bañarme. Quedamos en encontrarnos en el comedor a las 10.
Esta vez me acuerdo del discman.
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Temas que quizás suenen en mi fiesta de cumpleaños, si llego a hacerla
- !!! – Take Ecstasy With Me
- Enon – Disposable Parts
- Fat Truckers – Superbike
- Art Brut – Good Weekend
- Juliet – On The Dancefloor
- Junior Senior – Take My Time
- Beat Happening – Bewitched
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Bañarse. Salir. Comer. Fumar. Partir a un lugar muy lejano a una fiesta muy punga. Tomamos unas cervezas en el bar del frente y vamos. T. esta cansada, se vuelve al hotel.
En la fiesta pasaban cosas como El Símbolo y los grandes éxitos de la cumbia al lado de los clásicos de siempre (Bersuit, Piojos, etc). Con V. instituimos una estricta gimnasia de cerveza-faso-cerveza-faso. Tipo 4 y media de la mañana el cuerpo llama a una retirada estratégica.
En primer momento pienso tomarme un taxi. Mi reticencia a compartirlo con 2 personas que nunca vi en mi vida me decide a caminar una cuadra a ver si encuentro otro en un lugar mas propicio. De pronto me limo y comienzo a caminar. De este modo llego al hotel.
Me lavo los dientes y me acuesto. La habitación da vueltas. Vomito y me duermo finalmente.
04. Día 4 – Viernes 23.
Me despierto a las 9 de la mañana. Desayuno (2 tazas de café).
Abandonamos el hotel. Me compro el último libro (Leonardo Da Vinci – Marcel Brion).
Después dejamos las cosas en el comedor y marchamos para la mesa de cine. Ahí paso la mañana.
A la 1 me encuentro con M. y nos vamos a su casa. La colección de comics es asombrosa. Veo en papel, por primera vez, cosas que solo había leído escaneadas. Charlamos, tomamos 7up y comemos Oreos. Me graba un disco de P.W.E.I. que me olvido. Finalmente tipo 5 me marcho.
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Girls Aloud: Reinventando la guitarra eléctrica del pop. Quizás el mejor nombre de compilado de la historia.
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Llego a la facultad y están todos reunidos alrededor de la mesa de Argentina. Esta Halperin!, Esta Halperin!.
El pobre de Halperin es un viejecito encorvado, chiquito, al que le tiembla la mano y tiene unos zapatones enormes. No lo escucho hablar. Con V. y C. estamos afuera.
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Te quiebra Halperin (idea para un programa de televisión)
El programa consiste en la presentación de trabajos, en un set espartano (dos sillas, una mesa, fondo negro). Halperin comenta los trabajos y no para hasta que los concursantes se quiebran. La frase mas utilizada es “Lo que vos estas hablando yo lo sabia en primer grado”.
Cuando H. los quiebra cae papel picado del techo y se enciende una bola de disco con luces. En eso aparecen unas asistentes muy agraciadas (Sofovich Style) y le ponen un saco con flecos plateados y unos patines (de los viejos, de 4 ruedas). H. baila al ritmo de “Dancing Queen”.
Los participantes que no se quiebran ganan una cátedra paralela y un libro de H. que se llama “Mi vida torturándolos”. En él aparece en la tapa con malla y una camisa floreada, abierta, al lado de una pelopincho.
(V. y yo)
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De ahí no queda nada mas que volver al comedor, subir los bolsos y viajar en el colectivo que nos toco en suerte. Lo único malo es que el viaje concluye con una mas en lo que parece ser una serie interminable de peleas con T., lo cual causa que viajemos en colectivos separados. Luego de unos momentos de angustia y tristeza comienzo a reírme con mis compañeros y me olvido un poco. Un poco.
Duermo la mayor parte del viaje, en un asiento que no es reclinable. En un momento se bajan a desayunar y aprovecho para tirarme en el asiento de atrás. Uso la campera de un compañero como almohada y se la babeo entera.
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El chofer del micro “bueno”, el mas grande, el mas lindo, tiene un Teletubbie que cuelga de su espejo retrovisor. Del cuello del Teletubbie cuelga un rosario de madera.
Con V. nos pasamos todo el viaje delirando y riéndonos porque sospechamos que el Teletubbie le habla a Olea (el chofer) y le dice cosas como “Olea choca”, “Olea dale, matalos a todos”, “Olea, no seas puto”, “Dale chango, choca, Marigliano paga”. V. le inventa una voz al teletubbie y todo..
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Llegamos a Tucumán después de 15 malditas horas de viaje. T. esta parada al lado de una columna. Me acerco y la abrazo. Hablamos un segundo adentro de la facultad. Cuando salimos ya no queda nadie, todos nuestros amigos se fueron. T. se toma un taxi.
Yo me vuelvo a mi casa.