lunes, febrero 13, 2006

Aquí.

Para unos cuantos de nosotros, Pavement es como una contraseña, es un nombre que nos trae recuerdos (falsos, en su mayoría) de chicas californianas, días soleados y picnics en parques públicos. Y de observar a esas mismas chicas a una distancia prudencial. Ser fanático de Pavement es pertenecer a una cofradía en la que admitimos nuestra condición de perdedor, pero un perdedor totalmente consciente de su postura. La famosa “ironía distante” de Malkmus. El indie pop post 90’s aprendió lo peor de Pavement y descartó lo mejor.



Pero para aquellos que sospechan que Malkmus es una de las plumas más elegantes y talentosas de su generación, uno de los últimos tipos capaces de componer himnos generacionales capaces de conmover y moldear cabezas inocentes, aquí hay una comprobación, una muestra de que no nos equivocábamos al emocionarnos sinceramente detrás de todo el post-modernismo y los guiños cómplices de sus canciones.
Uno de los mejores temas del pavimento, tocado en un registro absolutamente diferente, con una afectación que lo deja al tema en sus “puros huesos” y que revela el sentido de absoluta derrota debajo del humor que la aceptaba.
Porque “Here” es eso, es una victoria pírrica. Es decir “estaba vestido para el éxito, pero el éxito nunca llegó”. Es decir “aquí estoy y me vengo a comer la cancha, pero me torcí el tobillo en el primer pase. Y encima puedo reírme de ello”. Que Malkmus y Pavement lo hayan podido enmascarar es una cosa, pero en esta versión de los Tindersticks, como en las mejores versiones, el sentido oculto o secundario de la canción sale a la luz y uno no puede evitar pensar en que alguna noche lo vamos a escuchar, tomando whisky, con un cenicero lleno de colillas al costado, en una habitación a oscuras.

Tindersticks - Here