Hay algo curioso de los gatos: pareciera que son insensibles a la música. Por lo menos los mios.
No importa si pongo Fantomas o Guided By Voices o High Llamas o The Locust.
Solo se sientan ahí con cara de gatos y duermen. Y entornan las orejas.
Yo creo que es una paradoja que los gatos sean mis animales favoritos. Igual con este defecto nunca me casaría con uno.