lunes, julio 17, 2006

Canciones Para Aprender y Cantar (II): Ghost Town.

...

Jonestown in Guyana became a ghost town following the mass suicide of the Peoples Temple community that lived there.

...

La historia detrás de “Ghost Town” de los Specials es mas o menos conocida: era el verano del 81, Margaret Tatcher estaba en el gobierno hace dos años y su política neoliberal había llevado a que miles de ciudades industriales iniciasen su lenta decadencia.
Los Specials eran de Coventry y habían visto como su ciudad, anteriormente con una fuerte industria automotriz, se había podrido por dentro y el desempleo había aumentado enormemente. Y en general sabemos que produce en la música las ciudades industriales destruidas: tristeza, repetición, oscuridad, aspereza. La maniáticas condensación de edificios y asfalto y los cielos continuamente nublados o llenos de smog crean eso.
Y si algo hubo en todas las bandas Two Tone (incluso en esos compañeros circunstanciales de viaje que eran los Madness) fue una amargura profunda detrás de su envoltorio aparentemente alegre. Eso es lo que se esconde en canciones como “Too Much Too Young” o “Stupid Marriage” o “You’re Wondering Now”. Si, son canciones de baile pero perversamente depresivas. Los Specials parecían no creer en nada casi con la misma intensidad que tenía la mirada de Terry Hall. Y en base a estas píldoras agridulces, a esta patada al hígado inesperada construyeron su carrera.


Si uno elige creerle a Simon Reynolds (y yo de alguna manera le creo, porque mucho de lo que dice es repetir lo que las mismas bandas decían en su momento) el movimiento Two Tone era tan político y descreído como Gang Of Four o el primer Scritti Politti. Y creo que no es coincidencia que el primer lanzamiento de Two Tone haya aparecido en Julio del 79, tres meses después de la elección de Margaret Tatcher.
Y así, este single. Grabado en una porta estudio de cuatro canales por Jerry Dammers, en un momento en que los Specials estaban dentro de un caos tan grande como el país en ese momento. Era un verano espantoso en que en Inglaterra la tensión racial estaba en su pico, con disturbios de los suburbios pobres de las mayoría de las ciudades grandes, el crecimiento del National Front y el auge de la política neoliberal de Tatcher. Mientras tanto, en el seno de la banda la tensión entre Hall y Dammers estaba en su punto álgido.
Quizás por eso la grabación original en una habitación cerrada, en una porta estudio de cuatro pistas, donde el aislamiento era mas palpable (algunos miembros de la banda cuentan como durante la grabación no podían estar todos en el mismo cuarto). La canción se inicia con una línea de teclado que asemeja el ulular del viento y de una sirena policíaca al mismo tiempo y de ahí, entran las voces como el coro de un grupo de hombres colgando de la horca. Y esas voces cantan esto:

This town, is coming like a ghost town
All the clubs have been closed down
This place, is coming like a ghost town
Bands won't play no more
too much fighting on the dance floor

Do you remember the good old days
Before the ghost town?
We danced and sang,
And the music played inna de boomtown

This town, is coming like a ghost town
Why must the youth fight against themselves?
Government leaving the youth on the shelf
This place, is coming like a ghost town
No job to be found in this country
Can't go on no more
The people getting angry

This town, is coming like a ghost town
This town, is coming like a ghost town
This town, is coming like a ghost town
This town, is coming like a ghost town


La canción es depresivamente oscura. Desoladora. Y cuanto mejor suena esta palabra en ingles: “bleak”. Conjura una imagen oscura, pringosa, algo blando y que se te escurre entre las manos, se te pega al cuerpo, te empapa. La depresión misma.
Bueno, esta canción de los Specials es “bleak”.


El único momento en que la canción se saca de encima su aura de tristeza es en la segunda estrofa, cuando recuerda los viejos días de antaño, en el que cantábamos y bailábamos y la música salía de la rockola. Por dios, cuanta nostalgia contenida hay en esta estrofa. Hay una nostalgia real y una nostalgia completamente romantizada e idealizada. Por una parte es el recuerdo de el Coventry que los Specials conocían antes del cierre de fábricas, el desempleo, la suciedad y los edificios de departamentos del estado. Un lugar obviamente idealizado. Pero por otra parte hay una nostalgia que remite a un lugar que no existe, a una especie de Jamaica primigenia donde se escuchaba ska tocado por bandas en smoking y se bailaba hasta el amanecer.
De alguna manera es una nostalgia sincera enmascarada y comunicada con un discurso y unos recursos que remiten a otro lugar, como intentando insertar ese Coventry del pasado en una gran seguidilla de momentos míticos musicales. Entrando por este fácil recurso en la historia misma.

...

Sometimes, wars and genocide end a town's life, and it is never resettled. This happened to the Swedish town Sjöstad, in Närke, in 1260, when the town's 700 merchants had crossed the ice of Lake Vättern and been cut down by the Danes. The Danes then proceeded to the town and ravaged it and burnt it down. The town was never resettled

...

Además, la carga política de Ghost Town es perfecta. Sigue esa gran tradición inglesa al momento de hablar de política que es convertir lo personal en público, en político.
La canción comienza hablando acerca de como las bandas no van a tocar, no hay lugares donde ir. Una sensación de desamparo y, algo mas extraño, aburrimiento permea esta parte.
Es la sensación que se comunica de manera excelente en el video: la banda entera viajando en un auto pequeño, con una cara de aburrimiento mortal, dando vueltas por la ciudad, mirando edificios cuadrados espantosos y circulando por calles estrechas. Y sin ningún lugar adonde bajarse. ¿Nunca tuvieron esa sensación espantosa cuando salen un sábado a la noche?.
Y de pronto el video cambia y aquí pasamos al segundo segmento de la letra de la canción, cuando lo personal “asciende” y se vuelve explícitamente político, publico, con acusaciones al gobierno, referencias al desempleo, advertencias sobre la “gente enojándose”.
Aquí pasan dos cosas en la canción: por un lado aparecen unos coritos desesperados y fantasmales de fondo, como una especie de espantoso monstruo mítico. “Teke Li-li, Teke li-li”.
Y por otro lado, en el video, los Specials se descontrolan, el auto de golpe les queda chico, saltan y se mueven de un lado para otro, hasta que sobre el final se bajan y se quedan tirando piedras en un lago.
Y aquí la canción (perfecta obra en conjunción con el video) desciende de nuevo y vuelve a lo personal: 7 chicos aburridos sin ningún lugar adonde ir pelotudeando en el único espacio donde la policía no los va a molestar.

...

Hashima Island was a Japanese mining town from 1887 to 1974. Once known for having the world's highest population density (in 1959 at 3460 people per square kilometer), the island was abandoned when the coal mines were closed down.

...


Y es que últimamente en esta ciudad yo me vengo sintiendo mucho como en un “Ghost Town”. Y aunque no se lo viva explícitamente y con toda la presión como debería vivírselo, no se lo experimente tan fuertemente, hay una sensación de opresión, de desanimo y espanto terrible. También hay mucho cinismo, incredulidad y la gente piensa que las cosas se van a anular por efecto del desgaste y el no prestarles atención.
Y hay una desproporción entre la pantomima y la realidad, entre lo que sucede y con lo que se amenaza, que causa que uno tenga que andar siempre realizando gestos desproporcionados y moviéndose con códigos incomprensibles.
Los últimos meses han llevado a que las personas generen todo un circuito de alternativas que son aun mas irregulares, inseguras e ilegales que lo que se quería combatir.
Por esta mezcla de apatía y despreocupación, de abulia y estupidez. Por esa sensación de “nos-están-haciendo-mierda-pero-a-nadie-le-importa”, es que “Ghost Town es la banda de sonido de este invierno y la mejor canción de la historia.

...

The second largest city of Egypt, Alexandria was a flourishing city in the Ancient era, but declined during the Middle Ages, qualifying as a ghost town in the 19th century with only 150 inhabitants.

...

Unos cuantos meses después de la llegada de “Ghost Town” al numero 1 para quedarse ahí tres semanas, The Specials como los había conocido el mundo, implotaban. Terry Hall, Lynval Golding y Neville Staples se iban para formar Fun Boy Three y Dammers se encerraba dos años en el estudio para grabar el próximo disco.

(Las citas son de la entrada de Ghost Towns de Wikipedia)

sábado, julio 15, 2006

Para Una ¿Defensa? De Superman / Batman


El otro día caminaba después de mi sesión de análisis e iba pensando como se puede aplicar la teoría del autor a los comics. O sea: como aplicar ese lindo instrumento de análisis y construcción crítica que los Cahiers Du Cinema utilizaron tan extensamente.
Obviamente, mi reflexión se refería casi exclusivamente a los comics norteamericanos. En Europa el autor esta extendidísimo y muy exaltado. Se puede hablar de Moebius, Herge, Max, Goscinny o Franquin con toda tranquilidad. Y en esto es algo en que los europeos llevan ventaja desde siempre a los norteamericanos. Supongo que en Japón sucede algo similar, aunque la industria japonesa es una criatura demasiado particular como para adentrarme demasiado en ella (por otro lado, hay un libro esperando ser escrito comparando las condiciones de producción de los comics yankees, europeos y japoneses y observando como en cada contexto va surgiendo la individualidad del autor y la constitución de una obra personal).
En definitiva: en Estados Unidos el autor comienza a ser rescatado recién a mediados / finales de los 70, gracias a publicaciones como The Comics Journal y la creación (incipiente) de un discurso crítico sobre el comic. Este rescate del autor se lleva adelante en 3 frentes:

1) Por un lado, el descubrimiento de que los tipos que hacían comic de superhéroes tenían su propia voz y su propio estilo. Esto tiene mucho que ver con el surgimiento de Marvel a principios de los 60, la aparición de Stan Lee como el “ultimate huckster”, el tipo que se promueve a si mismo sin ningún tipo de vergüenza e instaura una voz particular dentro del modo en que se escriben comics. También tengo la impresión de que tiene que ver con eventos como el pase de Kirby a DC (“Oigan, muchachos, el tipo que dibujaba los Fantastic Four dibuja para DC ahora!” y en ese pequeño indicio de reconocimiento, tenemos la individualidad) y el abandono del guión de los comics de Marvel por parte de Stan a otra gente como Roy Thomas y Steve Englehart.
2) En segundo lugar, se descubre al autor en los tiras de prensa. De golpe Schultz, Herriman, Mckay eran tipos con una visión artística particular, gente a quien había que analizar, cuyas obras había que compilar y considerar como obras personales, únicas e irrepetibles, que se movían en un universo con sus propios códigos.
3) En tercer lugar, la aparición de las editoriales independientes, donde los artistas controlaban su trabajo y (Oh dios mío!) decidían si esa serie se acababa o (peor aun!) los personajes podían morir, cambiar y envejecer en tiempo casi real.

A partir de estos tres frentes continuos, que se alimentan mutuamente, ya no se puede obviar el hecho de que detrás de los panfletos, que antes se leían por lealtad a un personaje particular o a una editorial, hay gente. Gente que tiene una voz personal. Y de aquí surge el fanático que sigue a su dibujante favorito o a su escritor favorito.
Y de aquí llegamos a los 80, cuando el comic “de autor”, dentro de las editoriales comerciales norteamericanas tiene una nueva inyección de vitalidad gracias a la importación de grandes escritores británicos como Moore, Gaiman, Milligan o Morrison.
Y finalmente al día de hoy, en el que, según lo veo yo, dentro del comic de superhéroes y de las dos editoriales grandes hay dos grandes grupos de creadores: en primer lugar los resabios de las invasiones británicas, tipos que tienen una voz tan fuerte, que en general en todos sus trabajos, incluso los de superhéroes, se filtran sus obsesiones particulares. Y que siempre se preocupan por, además de trabajar dentro del sistema de “work for hire”, publicar sus propias creaciones. Pueden ser los ya mencionados Milligan o Morrison pero hay un grupo de autores norteamericanos, que podría incluir a Miller y Chaykin, que también han logrado un lugar entre estos. En segundo lugar, los tipos que evidentemente aman al comic de superhéroes y que siguen en la tradición de gente como Stan Lee, Roy Thomas, Wolfman en sus buenas épocas y Claremont. Gente que se sienta y piensa sobre los tipos en calzas y como hacerlos funcionar. Gente como Joe Kelly, Mark Waid y Kurt Busiek.
Últimamente se viene perfilando un tercer grupo, fruto de la cooptación de escritores de Hollywood o de novelas en la industria del comic. Sin embargo todavía este grupo no ha producido un corpus de obras que sean dignas de prestar atención. Además se caracterizan por su alarmante irregularidad.


¿A que viene toda esta introducción larguísima?. Bueno, a mi reciente lectura de “Superman / Batman” del 1 al 25 de Jeph Loeb y diversos dibujantes. Jeph Loeb no pertenece a ninguno de los grupos anteriormente mencionados, aunque es un guionista hot y en algún momento parecía un tipo que podía ponerse al nivel de un Waid, por ejemplo (sobre todo gracias a “Batman: The Long Halloween”). Pero sus trabajos posteriores no estuvieron a la altura. Es demasiado pretencioso a veces y por otros momentos parece un “hack” un tipo que hace comics de superhéroes que no son espantosamente horribles pero tampoco son geniales.
Entonces, ¿porque mi fascinación con su “Superman / Batman”?. Porque es tan gloriosamente descerebrado que algo debe estar haciendo bien ahí.
A ver...en primer lugar, toda la serie tiene grandes dibujantes. Exceptuando el arc de Supergirl dibujado por el inmundo Michael Turner y los números unitarios (uno con dibujo de Pat Lee y otro “ilustrado” por el impresentable Ian Churchill), todo el resto tiene gente grossa detrás del hb: Ed Mcguiness y Carlos Pacheco.
En segundo lugar...las historias...por dios, las historias!!. Una vez mas, exceptuando la asquerosa pretenciosidad de la historia de Supergirl, las otras son genialmente estúpidas y descontroladas. Yo en un momento creía una versión que andaba circulando por ILC: “pareciera que Loeb agarra todos sus muñequitos de los héroes de DC, los hace pelear y después con eso escribe los guiones”. Pero luego mi amigo Juan Manuel me dijo algo así como “el tipo esta escribiendo guiones de la Silver Age y los esta haciendo pasar por cosas serias”.


Y algo de razón tiene. Sino, miren el argumento de la ultima saga, “With A Vengeance”: a unos símil Avengers les aparecen Superman y Batman y les matan un miembro, de ahí aparecen Bizarro y Batzarro (genial genial genial) y Superman y Batman se enfrentan con estos tipos. Aparecen héroes a granel, copias de los personajes de Marvel, los atrapan a Superman y Batman, Superman se enfrenta a Darkseid, de golpe entran en el Supergirl Squad y versiones alternativas de Superman y Batman, de la nada se materializan el Joker y Mr. Mxyzptlk, Superman queda atrapado en la Source Wall, se escapa, hay un monstruo de kriptonita, aparece un Superman Batman Composite creado por Mxy y el Joker y finalmente todo se resuelve con Batmite y todo retorna al punto de partida. Si, tuve que buscar en Wikipedia un resumen porque no me acordaba de todo.
Y cosas como esas se repiten todo el tiempo a lo largo de la serie, a velocidad incalculable y cambiando todo el tiempo. Es una serie que se asemeja justamente a las de la Silver Age en el hecho de que TODO puede suceder y que el mundo cambia cada 5 minutos. Solo para volver al punto de partida al final. Es una serie insustancial, estúpida, como una especie de caramelo para el cerebro que te lo comiste y a los 5 minutos ni me acuerdo.
Y yo no termino de decidirme si eso es genial o un desastre. Por momentos bordea el desastre, con los intentos de volver a temas tan ridículos “serios” por parte de Loeb. Las captions de los pensamientos de Superman y Batman son, probablemente, los diálogos mas homo eróticos que se hayan incluido en un comic de superhéroes en años (y no se si Loeb lo hizo a propósito, a esta altura) y existe todo el tiempo la tentación de subrayar, en primer lugar, la IMPORTANCIA de estos personajes y su misión y, en segundo lugar, lo PROFUNDO de su vinculo.
Por ello es que “Superman / Batman” nunca funciona del todo y uno se queda con la impresión de que no se sabe si es un experimento en grandeza a lo Alex Ross que salió mal o si Loeb se esta riendo de todo el mundo con el contrato exclusivo de Marvel en sus manos.
No creo que este comic lleve a Loeb a algún lugar de prominencia entre los autores actuales, pero hay que admitir que (ya sea por error o por designio) algo hizo. Y que ese algo venga de un tipo como Loeb, me desconcierta aun hoy.

miércoles, julio 12, 2006

Mis Discos De Otoño

Retomando una práctica que había adoptado una sola vez y que espero que ahora se vuelva costumbre, paso a detallar los discos que mas me acompañaron en estos tres meses que acaban de pasar (y que parecieron mucho mas cortos!).
Fue un otoño amable, casi cliché, diría. Siempre me gustaron los otoños, esa sensación de estar en medio de dos estaciones extremas, el año todavía no arranca con toda la furia, aunque la intensidad se va volviendo mas fuerte hacia al final de la estación en cuestión. Además, obviamente, de toda la romantización alrededor del mismo.
Sin embargo, para mi los otoños generalmente son energizantes, vigorizantes. Muchas veces me he encontrado en periodos de cambio y reajuste durante estos meses. Y el de este año no fue diferente.
Pero fue un otoño marcado por la tranquilidad, amable, a falta de otras palabras. Tengo que agradecer un cierto margen de paz mental por estos tres meses que fueron nada de lo que esperaba.
Y por eso es que esta lista esta repleta de cantautores y discos tranquilos. Porque fue una época para café, chocolate, colchas, películas y cigarrillos.
Y si, es un cliché. Pero hay clichés peores.


Billy Bragg – Talking With The Taxman About Poetry
La situación era la siguiente: noche en casa de amigos, tomando un poco de vino y comiendo ñoquis. De golpe alguien cambia la música y comienza a sonar una voz carrasposa, acompañada solo de una guitarra en una de las canciones mas bonitas que escuche en los últimos meses. Pregunto: ¿que es eso!?. Alguien me contesta que es Billy Bragg, que esta tremendo, no? y que lo acaban de descubrir.
Al otro día me levanto y decido poner a bajar algo de este muchacho. Que alegría haber encontrado este disco y que justo la primera canción sea aquella que había escuchado con tanto placer, “Greetings To The New Brunette”.
Bragg es un tipo raro. Un cantante de protesta izquierdista que sigue en la línea de gente como Woody Guthrie, graba con gente como Wilco y hace canciones de amor preciosas. Además, su voz me hace acordar a la de otro grande, Joe Strummer. Y tiene el mismo espíritu punk que el viejo Joe. O que Shane McGowan, ponele.
Por todo esto, este fue uno de los discos que mas escuche durante estos meses. Además de que fue la banda de sonido de uno de los mejores desayunos de los ultimos años.


Hot Chip – The Warning
A los Hot Chip los había conocido en una nota que dieron a la Inrockuptibles con motivo de la salida de su primer disco. Algo había ahí que me llamó la atención y me lo baje, solo para encontrarme con un disco de “indietronica” medio aburridon que contaba con una gran canción (“Baby Said”). Por ello no tenia grandes expectativas para su segundo disco, salido hace muy poco. Igual me lo baje, no se porque y cual fue mi sorpresa al encontrar un disco tremendamente agradable, lleno de canciones cuyas letras bordean el ridículo (lo que los norteamericanos llaman “tongue in cheek”) y melodías contagiosas.
Totalmente comprado por el tema 4, “Over And Over”, me sumergí en el para encontrarme con uno de los tempranos discos del año. Si, es indietronica, pero no es indietronica llorona, sino exuberante. Y tiene la mejor frase del año: “Hot Chip will break your legs/ snap off your head / Hot Chip will put you down /under the ground”.


Donovan – H.M.S. Donovan
Reincidente!. Bueno, Donovan debería ser banda de sonido obligada para los otoños. Y este disco es maravilloso. Este es el disco en el que todos mis prejuicios se van a la mierda. O sea: el tipo era un trovador hippie, venia enganchado a full con el misticismo sesentas y se dedica a sacar todo un disco de canciones para niños, algunas adaptando textos de gente grossa (como Lewis Carroll) o canciones populares. Casi todo el disco es solo el con la guitarra, cantando pequeñas composiciones preciosas (28 en total). Y yo, que odio a los hippies, que me caen mal los trovadores y que apenas soporto a los “songwriters con guitarrita” me quedo rendido ante la evidencia incontestable del genio. El soundtrack de muchos despertares sumamente agradables.


The Feelies – Only Life
Discazo que le debo a Pinkmoon Radio. Habiendo escuchado ya demasiado el “Crazy Rhytms” (que fue, en alguna medida, soundtrack del verano) de pronto me encontré con una canción de este disco en uno de los primeros programas de los hermanos y me decidí a bajarlo. Es...no se...la energía maniática y nerd del “C.R.” aumentada con mejor composición y mejores canciones. Pongamos por ejemplo la canción “Away” que es como la perfecta metáfora para una fiesta: comienza con un minuto, un minuto y medio de cuasi silencio y luego va aumentando, subiendo y subiendo en intensidad hasta que estalla en el estribillo que dice solamente “awaaaaaaaaaaaaaaaaay” “awaaaaaaaaaaaaaaay”. Y además tiene una de los mejores covers de la Velvet que se hayan hecho nunca. What’s not to like?.


Cat Power – The Greatest
Otro disco con el cual dejo de lado mis prejuicios y me entrego, sencillamente. Nunca me gustó Cat Power. Nunca les había agarrado el chiste. Me parecía aburrido, monótono, otra de esas bandas (o solistas) tristes y cansadores. Hasta que de pronto a Chan Marshall se le ocurre sacar un disco de cuasi jazz, con músicos tradicionales, muuuuuucho swing, canciones tremendas y algo indescriptible: mucho amor.
Por fin un disco de Cat Power en el que creo en lo que esta cantando, en el que las canciones me conmueven y con el que me conecto emocionalmente. Es difícil para mi hablar de este disco, por la manera en que llegó a mis manos y el modo en que aprendí a quererlo. Lo único que puedo decir es que es un disco que aparenta haber sido compuesto desde el corazón, que en sus arreglos, sus melodías y la voz cansada de Chan transmite la felicidad de alguien que se acaba de enamorar. Y estos no son discos para todos los momentos. Y así como es un disco encantador puede (como cualquier disco de Cat Power) volverse un disco terrible, depresivo y que juega mucho en contra. Pero hay algo en esa dualidad, en esa comprensiva felicidad de abandonar un ghetto, una serie de estrategias durante mucho tiempo cultivadas y una rutina que encaja perfectamente con lo que siento en este momento.


The Arcade Fire – Funeral.
La puta, parece que los discos de otoño son todos pequeñas cargas comprimidas de explosivo destinadas a destruir grandes porciones de una muralla de prejuicios construida alrededor de la manera que escucho música. Como si de golpe algún agente externo, una invasión venusina, hubiese destruido el Capitolio de los Estados Unidos.
Breve repaso: cuando salió en su momento y todos le chupaban la pija, este disco no me pareció la gran cosa. Si, canciones bonitas; si, arreglos inesperados pero...no se...una vez mas, sentía que era demasiado emo. La puta, que equivocado que estaba. Es, realmente, una de las evidencias mas fuertes para proclamar que en Canadá las cosas se hacen de otra manera y los grupos viven en un espacio mental completamente distinto del de los grupos del resto del mundo. Un disco que te avasalla, te asalta, te rodea con capa tras capa de sonido; con sonidos que pensabas no era posible combinar y, encima, forman parte de grandes canciones.
Lo mas lindo que le puede pasar a Arcade Fire es que el hype se pase, sigan sacando grandes discos y evolucionen hacia unos nuevos “Neutral Milk Hotel”. Suenan como un grupo de ermitaños viviendo en las cavernas, alejados de la contaminación del mundo exterior y tienen el talento necesario para conseguirlo. Que Dios así lo permita.


I Monster – Neveroddoreven
Porque no todo en la vida tiene que ser cantautores y música para el living comedor, al lado del fuego, y también tiene que haber glam.
Un disco inclasificable, que podría pasar por electronica alla Sheffield, por glam, por algún extraño híbrido de géneros a los que nunca podes realmente clasificar. Un accidente de la naturaleza, un mutante. Y como buen mutante, un disco que jamás encontró su audiencia, que nunca logró realmente conectar con nadie. Como todo buen acto de libertad creativa, como tantos discos que nos dicen algo nuevo, tienen que pasar unos cuantos años para que sea redescubierto, desenterrado del sarcófago donde estaba atrapado.
Y es un disco fabuloso, que te levanta, que luego te hace caer, que te mueve a bailar y a fumarte un cigarrillo pensando en tu sillón favorito. Y que tiene una balada con vocoder.


Graham Coxon – Love Travels At Illegal Speeds
Que lindo que Graham Coxon siga haciendo discos que vale la pena escuchar. Que lindo que haya abandonado la tristeza y se haya dedicado a revolver su colección de discos de los Buzzcocks, los Undertones y los Stiff Little Fingers. El disco “pinhead” del conteo, no agrega nada demasiado nuevo, es solo el sonido de un tipo que quiere pasarla bien, que no se olvidó de sus raíces y que basado en ese sentimiento agradable del verano se dedica a componer canciones energizantes y alegres. Aunque de vez en cuando demuestra una cierta melancolía, este es un disco de verano atrapado entre los discos de otoño. Y la banda sonora perfecta para bailar estúpidamente.


Nochteff – Le Beat Juste
No sabía nada de Nochteff antes de escuchar este disco. O sea, si: sabía que venía de Travesti y de Dios, pero eran dos bandas a las que nunca les había prestado atención (y Dios es aun una deuda pendiente). Que alegría que fue bajarme este disco y encontrarme con esa personalidad fascinante que es Nochteff. De aquí fue un paso a leer entrevistas, escuchar Travesti y encontrarme con unos de esos tipos que no solo hacen la música que le gusta a la gente, sino que también piensa sobre la música que le gusta a la gente.
Sin una pizca de pretenciosidad (según el mismo aclara, fue un disco que comenzó con una serie de grabaciones luego de una fiesta, en plan low fi), Nochteff grabo un disco hermoso y ruidoso. Lleno de canciones para bailar y cantar a los gritos en una habitación a oscuras. “Suburbio”, alrededor de abril había sido escuchado hasta el hartazgo. Y ahora es Julio y todavía no me agoto de ponerla en repeat. Quiero disco nuevo de Nochteff ya.


Ladytron – Light And Magic
Luego de lo mucho que me había gustado “Witching Hour” (otra banda sonora del verano) estaba indeciso sobre si bajarme alguna otra cosa de Ladytron. La mayoría de la gente me había dicho que sus discos anteriores no sonaban igual, que eran menos orgánicos y mas maquinales. Finalmente, gracias a la insistencia de Eze, me termine bajando este que me gustó tanto como el “Witching Hour”.
Si, es cierto, es mas maquinal, mas repetitivo. Nunca el nombre del grupo fue mas apropiado: parece música hecha por maquinas. Por maquinas femeninas infectadas por un virus que las hace sentir humanas. Pero justamente en eso, en sus ritmos simples, en su repetición incesante, en su glam inhumano, radica su atractivo.


Carlos Berlanga – Impermeable
Hace un par de años el hit en todas las fiestas de mis amigos era “Always On My Mind” en versión de los Pet Shop Boys. O alguna otra canción de su superlativo compilado “PopArt”. Es hermoso ver bailar a una agrupación de gente cuando suenan grandes himnos synth-pop.
Y en este otoño de recitales todos los domingos y reuniones en casas de gente, lo que sonó mas que nada fue el “Impermeable” de Berlanga. O, mejor dicho, la canción “Vacaciones”. Es difícil describir la sensación de mezclarse con 20 o 30 personas saltando y bailando un tema tan explícitamente gay y que todos sepan la letra y el estribillo. Creo que en este caso hay que recurrir al significado original de gay y decir que se trata simplemente de alegría.
Hay otras grandes canciones aquí: “Cul De Sac”, “Lady Dilema”, “Wave”. Pero esta es la que se lleva todos los premios, la que une corazones y cuerpos. Y por favor, que no se me malinterprete cuando digo eso.


Coiffeur – Primer Corte
Y, finalmente, quizás el disco mas representativo del otoño. Un cantautor porteño, por el que no daba ni dos mangos, con un nombre relativamente feo y que toca solo con una guitarra. Y acompañado, en sus shows en vivo, por una jirafa y un pingüino infladles. Dios mío, tiene todo para que NO me guste.
Pero son canciones tan adorables. Y las letras son tan buenas. Y él las canta con tal garbo y despreocupación. Y son todas canciones de amor, con una lírica muy personal (“si pudiera abrazarte con mi canción, con gusto lo haría” es una de las cosas más lindas que escuché en estos meses). Y como yo ando muy puto y muy en ese plan, me encantó. Y tuvo una pervivencia muy prolongada en mi winamp.
Y como además esta completamente imbricado con ciertos espacios (reales y mentales) muy queridos por mi...no hay dudas de que quizás no sea el mejor de los discos de este conteo, pero sin duda es el mas personal y a veces tengo miedo de que el día de mañana me cueste volver a ponerlo. Y eso sería una lástima, porque me estaría perdiendo no solo de grandes canciones, sino de la sensación concentrada de estos últimos 3 meses. 3 meses que me gustaría que se repitan en loop el resto de mi vida.

lunes, julio 10, 2006

L.A.

Si preguntas en Los Angeles la distancia que hay de un sitio a otro, es probable que te digan: “Bueno, por la autopista veinte minutos”. Si, pero la pregunta era, ¿que distancia?. Se pueden recorrer casi cuarenta kilómetros de autopista en veinte minutos con buen viento. Así que una de las primeras lecciones que uno aprende en Los Angeles es la de que todo resulta...muy...muy remoto... Todo queda muy lejos. Estas constantemente en el coche. Siempre. Con la radio rompiendo el monótono ritmo del fluyente asfalto y de las señales de los accesos en verde y blanco. En tales circunstancias, es normal que se cree una relación intima con esa voz que sale de la radio del coche. Es un síntoma del síndrome Los Angeles reír quedamente y sentirse a gusto cuando aparece uno de tus disc jockeys favoritos. Es como ver a una vieja amante. Demonios, la mayoría de los habitantes de Los Angeles se pasa mas tiempo en el coche que con sus amantes, nuevas o viejas

(Robert Greenfield, Viajando con los Rolling Stones)

..........................................................



Y a raíz de mi recién iniciada lectura del libro de Greenfield me encuentro con esa frase y me acuerdo de “Collateral” y de como la película transcurre casi exclusivamente en un auto o en interiores. Casi nada de la película transcurre en lugares públicos. Y en los lugares públicos no hay gente.
Los Angeles, filmados espectacularmente por Mann, parece un lugar desolado. Aterrador. Inhumano. No hay gente en las calles. Todo se mueve a la velocidad de la autopista. Como una gran fantasía /pesadilla ballardiana (y estoy seguro que Ballard pensaba en algo así cuando escribió “La Isla de Cemento”). Los Angeles es tanto una protagonista de esa película como los personajes de Tom Cruise y Jamie Fox.
Pero es una protagonista que se caracteriza por su ausencia. Por el no estar ahí. Por su inaprensibilidad. Todo sucede a tal velocidad que la ciudad se desdibuja. Una gran virtud, hacer de una no – presencia una presencia.
Y esto me lleva a pensar en otra gran película (tangencialmente) sobre ciudades. En “The Warriors” la ciudad es utilizada como una presencia. Por momentos parece que la banda de guerreros más que escapar de el ejército que los persigue escapa de la ciudad misma. New York es utilizada como un gran organismo viviente, una estructura enorme en la que cada esquina, cada estación de subte, cada calle oculta algo, devela una nueva amenaza. Una especie de pulpo multiforme que los atrapa y no los deja escapar.
Obviamente que todo esto esta agrandado por el hecho, fundamental, que el escape se produce de noche. Y relativizado por la frase final del líder de los Warriors: “ A esto es por lo que peleamos toda la noche para regresar?”. Pero New York es así. Atrae y repulsa en cantidades iguales y por eso esta incrustada en la psiquis norteamericana como LA ciudad.
Y por eso es que es tan cierta esa frase que dice que “Metropolis es New York de día y Gotham es New York de noche”.

..............................................



Y todo eso me retrae para hablar de lo que realmente ronda por mi mente (y mis escuchas) ultimamente: The Fall.
Estoy en otro de mis períodos de escucha obsesiva de The Fall. Mas que de escucha obsesiva, de lento descubrimiento de ese universo expansivo e inagotable. Es una de esas bandas que una vez que te agarran no te sueltan mas. Siempre hay algo a lo que volver, siempre hay nuevos puntos de vista desde los cuales apreciar ese incesante “work in progress” que es The Fall. O Mark E. Smith, si les parece bien.
Y en este continuo redescubrimiento, lo que me ando repasando son las Peel Sessions. Y dentro de las Peel Sessions, me reencontré (además de con grandes canciones que no conocía) con esa perla que es “L.A.”.
Originalmente editada en “This Nation’s Saving Grace”, el primer disco de The Fall que escuché, “L.A.” es una canción que no podría hacerle mas honor a su nombre. Desde el primer momento me llamó la atención. Porque suena como la oscuridad encarnada. Porque es una de esas canciones que están hechas, justamente como dice Greenfield, para escuchar en la radio, en el asiento delantero del auto, manejando a velocidades enormes por una carretera en la que solo las luces delanteras iluminan el camino.
La canción esta construida de tal modo que todo impulsa a la propulsión, al movimiento hacia adelante y en lo posible sin fin. Un bajo repetitivo, rápido, que te taladra la cabeza la impulsa, la batería sigue un ritmo que no desciende jamás, casi metronómico. Sobre esa base perfecta, la guitarra de Brix aparece por momentos continuando el impulso y por momentos puntuándolo, desviándolo, en espirales descendientes e interminables, manteniendo todo como una hermosa máquina de movimiento perpetuo. Y Mark balbucea algunas frases que no se entienden a la primera y que yo asumía que eran puro balbuceos, pero no, dice así:

Odeon
Sky
Uncanny
Bushes are in disagreement with the heat

L.A.

Uncanny
Person
They have filled boulevards with white snow, scum-ball

L.A.

This is my happening and it freaks me out


Y es perfecto que la canción solo se encuentre jalonada por estas breves acotaciones de Mark E. Smith, que por una vez deja la verborragia de lado. Solo sirve para reforzar la sensación de viaje que transmite la canción. Como un pasajero tirado en el asiento trasero de un vehículo a altas velocidades, M.E.S. observa de manera difusa y pasajera lo que sucede a su alrededor. Atisba pequeñas visiones fragmentarias de los lugares por donde circula. Sobre esa narrativa fragmentada se recortan los coros de Brix, como proviniendo de algún otro lado intangible. Como voces en la cabeza del personaje.
Y todo esto contribuye a la impresión de que esto es un viaje de una persona dada vuelta, que apenas percibe algo de lo que sucede a su alrededor. Tirado en el asiento de atrás de un auto, perdiendo y recuperando la conciencia a intervalos regulares, deslumbrado por las luces de afuera, temblando. Mas que onírico, pesadillesco.
Como atrapado por la ciudad misma.