lunes, mayo 31, 2004

Águilas Panamericanas de Oro + El Sueño de Carla. En Club 25. 27/05/04

Bueno, un recital con dos bandas que podrían ser calificadas de "experimentales" o "de improvisación" pero con una diferencia fundamental: Las Águilas son música en primer lugar, con el concepto sirviendo de materia estructurante a la improvisación, mientras que "El Sueño de Carla" es un concepto vagamente definido, rellenado con algo que a duras penas puede ser definido como música.

Yo pensaba que Las Águilas estaban muertas. Desde aquel memorable recital a fines del 2002 en el Centro Cultural Virla que no tocaban en unas condiciones como la gente. La ultima vez que tocaron fue alrededor de Junio del año pasado, en un recital sin ningún tipo de ensayo, todos ellos tocando con teclados (que conste que de la formación de las Águilas que toco en esa ocasión solo 1 y medio se pueden considerar que tocan teclados) y todos unidos por una especie de camiseta multiforme y aglutinante. A pesar de que yo disfrute del ataque sonoro con el que le faltaron el respeto a la audiencia en ese momento, creo estar en la minoría.

Luego de eso vinieron muchos meses de silencio y la siempre ominosa señal de sus integrantes dedicados a otros proyectos. Por eso es que esta aparición me resulto bastante inesperada. Y la verdad es que dentro de todo sonó bien. La columna vertebral del recital fue una versión de "Love me tender" de Elvis, que duró mas o menos media hora y podía degenerar tanto hacia los terrenos de la canción como hacia los terrenos del ruido. Hubo momentos muy buenos, como cuando cantaron juntos Mariano y Pato, o el cover de los Beatles cantado por Pato y acompañado solo por teclados. En realidad seria interesante ver como funcionaria la banda ensayando de manera mas regular y organizada (bah, ensayando alguna vez!). Si pudiesen lograr la consistencia de su recital de fines del 2002, serian un ensamble de la puta madre.

Y después vino El Sueño de Carla.
Primera presentación en vivo, y yo iba con ciertos preconceptos sobre lo que podría encontrarme. Sin embargo, intente escucharlo intentando encontrar los aspectos mas positivos de la "performance" (porque se asemejaba mas a eso que a un recital). Pero la verdad es que me aburrí, y no solo me aburrí sino que me encontré con uno de los peores defectos que puede tener una propuesta artística: apoyarse exclusivamente en el concepto, sin nada concreto detrás y que ese concepto involucre una idea de lo que es "shockeante" o "vanguardista" que lo reduce a su mínimo común denominador. Básicamente la idea era la siguiente (o lo que yo entendí como la idea): 4 chicas jugando a que eran nenas de 5 años que jugaban a hacer música. Ya en esta doble vuelta se encuentra una de las fallas mas obvias de la propuesta: le faltaba espontaneidad, le faltaba la sensación de creación que fluye que en general acompaña a las improvisaciones. Era todo demasiado pensado, como si cada cosa tuviese una justificación "teórica" detrás.

Por supuesto que esto habría sido un detalle menor si hubiese existido alguna sustancia detrás de la obra, pero en realidad no la había. En realidad todo se reducía a una sucesión de ruidos y gritos, de instrumentos tocados fuera de sincro, de intentos vanos de llamar la atención. Y lamentablemente no producía el mas mínimo impacto, mas bien aburría. Y en ese punto fundamental radica la debilidad de la propuesta de "El sueño de Carla": con intención de impactar, en realidad aburre. A algo que a uno lo shockea no se puede dejar de prestarle atención, mientras tanto, el aburrimiento es el limite: mata cualquier tipo de interés, cualquier trascendencia, cualquier concepto. Por cuidadosamente que haya sido pensado.