lunes, mayo 31, 2004

Los héroes mas grandes de nuestro tiempo

Hoy por hoy en estas épocas post widescreen, post Morrison en la misma, la JLA es un concepto, por lo menos, complicado. Es complicado por dos razones: por un lado la JLA tiene sus raíces firmemente emplazadas en los años sesenta. Y mas grave aun, en la DC de los años 60. Números enteros donde villanos de cuarta lograban vencer a los héroes mas poderosos de la tierra, estrellas de mar gigantes que conquistan planetas, déspotas estelares desterrados en planetas construidos por Superman ad-hoc, esferas con conciencia y muchas cosas mas forman parte de las orígenes de este súper grupo. El problema se presenta cuando uno quiere unir estas raíces con las tendencias enormes, el gigantismo presente en estos tiempos postmodernos y con la idea detrás del subtitulo del comic: son los héroes mas grandes de la tierra, vamos!. Tienen a Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, necesitan un desafío de su talla.


¿Esta JLA?

Entonces ahí recaemos en una extraña combinación, iniciada por Morrison en la nueva serie y continuada con éxito dispar por Mark Waid y Joe Kelly: historias que tienen la "sensación" de magnitud, el "feeling of widescreenity" pero cuyos funcionamientos internos son, al fin y al cabo, los mismos de los 60: seudociencia, seudomagia y psicodelia. Ejemplo: los marcianos blancos cambian TODO el aire de la tierra, bajando la proporción de oxigeno, para que no se pueda producir fuego (su única debilidad). O los héroes viajan a la 5ta dimensión para detener a dos seres de pura energía y como les faltan dos dimensiones son como figuritas...planos.
En manos de un buen guionista esto puede funcionar...pero se necesita una habilidad cuasi malabaristica para equilibrar las dos concepciones, un buen conocimiento de la continuidad y una excelente capacidad para suspender la incredulidad.


¿O esta JLA?

El segundo problema tiene mas que ver con el funcionamiento de una buena historia y menos con el nivel de nerdess de uno: la JLA esta compuesta, casi invariablemente, de los "big guns", los héroes mas conocidos, los que mueven universos (y lectores) con el dedo meñique. El tema es...que casi invariablemente estos héroes tienen sus propias revistas, entonces no queda casi espacio para el desarrollo de los personajes, para las historias personales, para el "crecimiento" diríamos. Morrison lo definio alguna vez como diciendo que en la JLA los conceptos movían a las historias, mientras que en los X-Men es al revés, los personajes mueven las historias.
¿Que hace un guionista en esta situación?. Hay dos salidas: o llena el grupo de personajes sin titulo, menos taquilleros, con lo cual invariablemente las ventas caen (excepto en la época de Giffen, pero lo que hace la época de Giffen tan maravillosa es otra cosa, muy diferente a todo esto de lo que estoy hablando aquí, en realidad es una anomalía) o intenta trabajar con lo que tiene, sometido a editores, continuidad, crossovers y otras plagas del trabajar en un universo compartido.

Bueno...en realidad todo este largo preámbulo tenia por objetivo recomendar los números 61 al 91 de la JLA, la etapa de Joe Kelly, que logra un balance mas que interesante entre estas cuatro concepciones, en particular a partir del 76, cuando ingresan entre otros The Atom y Firestorm (dos de mis favoritos de siempre). Hay una buena interrelación entre los personajes, hay varios subplots que avanzan y se resuelven, hay diálogos interesantes y hay varias historias que tienen una sensación de "amenaza intergaláctica de puta madre". En particular la saga "Trial By Fire" donde crea a un villano que espero sea rescatado en el futuro, porque tiene mucho potencial. Y además esta acompañado por los excelentes dibujos de Doug Mankhe, con unas escenas de acción muy dinámicas y muy lindas y una diseño de personajes plástico, elegante.
En definitiva, recomendado, para todo aquel que adora a Superman y compañía.